La Comisión Europea da por finiquitada la crisis energética y confirma que no propondrá una prolongación de las medidas de emergencia tomadas en 2022 para hacer frente a los elevados precios de la energía y a posibles interrupciones del suministro gasista procedente de Rusia.
El informe sobre la revisión de las intervenciones de emergencia para hacer frente a los elevados precios de la energía, de conformidad con el Reglamento (UE) 2022/1854 del Consejo, concluye que, dado que la oferta y los precios del mercado de la electricidad de la UE han cambiado considerablemente desde los niveles récord del año pasado, “no parece necesario ni aconsejable prolongar estas medidas de emergencia en el momento actual”.
En este mismo informe, la institución europea señala que los precios de la electricidad han bajado ya a menos de 80 euros/MWh y los del gas no sólo han descendido sino que se han estabilizado, hasta el punto de que los picos de precios de la electricidad observados a lo largo de 2022 se consideran “menos probables de producirse en el próximo invierno”.
Reducción de demanda eléctrica
En cuanto a las medidas de reducción de la demanda de electricidad, cada país de la UE aplicó medidas para reducir la demanda de electricidad, por ejemplo mediante campañas de sensibilización y medidas específicas de ahorro de energía.
En concreto, Italia, Eslovenia y España han puesto en marcha regímenes de licitación competitiva para reducir la demanda de electricidad en horas punta durante el invierno 2022-2023, mientras que Austria y Suecia notificaron un régimen pertinente a la Comisión para su aprobación en el marco de las ayudas estatales. Por último, Portugal informó de que está estudiando la aplicación de un régimen de licitación competitiva para reducir la demanda de electricidad en horas punta.
Además, los países de la UE informaron de que respetaban ampliamente el objetivo vinculante de reducir el consumo de electricidad en un 5% en las horas punta, un paso importante para aliviar la presión sobre los precios.
Según la información presentada por los Estados miembros declarantes para el mes de diciembre de 2022, la disminución global del consumo de electricidad osciló entre el 0,5% y el 15% en comparación con el periodo de referencia.
Con respecto a los volúmenes en los que se redujo el consumo de electricidad en las horas punta, diez estados miembros —Austria, Bulgaria, Croacia, Estonia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia y Portugal— declararon volúmenes reducidos que oscilaban entre el 4% y el 7%. Ocho Estados miembros —Alemania, Bélgica, Chequia, Dinamarca, Eslovenia, Finlandia, Letonia y Suecia, declararon volúmenes reducidos que oscilan entre el 7% y el 10%. Y por último, cinco Estados miembros —Francia, Grecia, Lituania, Eslovaquia y España— declararon volúmenes reducidos superiores al 10%.
Límite de ingresos inframarginales
El importe de los ingresos se distribuye de forma desigual entre los Estados miembros, siendo Alemania el país que comunicó las estimaciones más elevadas que esperaba recaudar inicialmente —23.400 millones de euros, considerando una posible prórroga de la medida hasta el 30 de abril de 2024—, seguido de Francia —11.000 millones de euros—.
Cabe señalar que en estos países el límite máximo de ingresos para la mayoría de las tecnologías se fijó en un nivel muy inferior a los 180 euros/MWh previstos en el Reglamento del Consejo. Otros Estados, especialmente aquellos que no fijaron el nivel del tope por debajo de 180 euros, esperaban recaudar cantidades inferiores.
De esta manera, la Comisión afirma en el informe que una posible prórroga de esta medida “obstaculizaría uno de los objetivos establecidos en la propuesta de diseño del mercado de la electricidad, concretamente los contratos de compra de energía a largo plazo”.
Consumidores finales
El informe también destaca que 12 de los 25 países de la UE aprovecharon la posibilidad de ampliar el alcance de la regulación de los precios minoristas en tiempos de crisis a las PYME y aplicar la regulación de precios por debajo de los costes en determinadas condiciones.
Por ejemplo, otros 7 países de la UE introdujeron la regulación de precios para los hogares, además de la intervención pública en la fijación de precios para los hogares que ya existía antes de la crisis en 11 países de la UE; 4 informaron de que habían introducido precios minoristas regulados para las PYME, y 2 informaron de regímenes de compensación para las PYME. Varios países de la UE informaron de regímenes basados en límites máximos de consumo, incluidas intervenciones en la fijación de precios o regímenes de compensación directa o indirecta a los consumidores finales.