La energía hidroeléctrica constituye una parte importante del mix de energías limpias en muchos países, pero el ritmo de desarrollo y modernización de las instalaciones obsoletas no está a la altura de los objetivos de instalación, según la Asociación Internacional de Energía Hidroeléctrica (IHA).
Unos 34 GW de nueva capacidad hidroeléctrica entraron en funcionamiento en todo el mundo en 2022, la primera vez desde 2016 que se habían añadido más de 30 GW, dijo la asociación en un informe de junio de seguimiento de la energía hidroeléctrica mundial y el desarrollo de políticas.
En Europa, esta cifra incluye la central de acumulación por bombeo Nant de Drance de 900 MW de Alpiq en Suiza, mientras que Iberdrola inauguró dos de las tres fases de su complejo Tamega de 1,16 GW en el norte de Portugal.
Según la IHA, en los dos últimos años se han añadido 50 GW a la cartera mundial de proyectos hidroeléctricos, mientras que 131 GW están en construcción.
Sin embargo, según la IHA, la construcción y el desarrollo de centrales hidroeléctricas en todo el mundo no van por buen camino para alcanzar el objetivo de 1,5 °C establecido en el Acuerdo de París sobre el cambio climático, es decir, cero emisiones netas para 2050.
Según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía, el parque mundial crecerá 420 GW de aquí a 2030, mientras que el parque actual es muy inferior a 230 GW.
En su informe Perspectivas de la energía hidroeléctrica en el mundo 2023, el grupo señala que los proyectos se demoran mucho debido, entre otras cosas, a los costosos estudios de viabilidad, la preocupación por la financiabilidad y los problemas relacionados con la oposición local.
Entre las recomendaciones del informe figuran mecanismos de mercado que recompensen la flexibilidad y la agilización y aceleración de los permisos para dar visibilidad y seguridad a las inversiones.
Déficit de financiación
Gran parte del potencial hidroeléctrico mundial se encuentra en Asia y África. La región Asia-Pacífico cuenta con el mayor número de proyectos en desarrollo y construcción del mundo, la mayoría de ellos en China, que ya es líder mundial en energía hidroeléctrica con 415 GW de capacidad instalada.
En África hay 120 GW de proyectos en desarrollo. Aunque la mayor parte de esta capacidad ha recibido la aprobación reglamentaria, los retrasos suelen deberse a la falta de financiación, según la IHA. Los proyectos hidroeléctricos de la región han sido financiados a menudo por inversores extranjeros de China, Canadá, Reino Unido y Noruega, aunque los sectores privados nacionales de Uganda, Gabón y Camerún también están respaldando proyectos por primera vez.
“Teniendo en cuenta el gran potencial de África para el desarrollo hidroeléctrico y la necesidad de aumentar rápidamente la electricidad para satisfacer la demanda, acelerar el acceso a la financiación y la construcción sostenible es crucial para la región”, afirma la IHA.
A medida que se hacen más frecuentes los fenómenos meteorológicos extremos y las sequías, también aumenta la volatilidad de la generación hidroeléctrica en las regiones afectadas. El grupo de la industria hidroeléctrica rechaza que esto debilite los argumentos comerciales a favor de nuevas centrales hidroeléctricas.
“A medida que el clima se vuelva más volátil, necesitaremos más infraestructuras hidráulicas, no menos”, afirma el informe, añadiendo que las sequías rara vez afectan a regiones enteras a la vez.
Flotas envejecidas
Aunque la financiación de nuevos proyectos forma parte de las preocupaciones de la IHA, el envejecimiento del parque mundial de centrales existentes también plantea problemas.
Casi la mitad del parque hidroeléctrico mundial, o 630 GW, tiene más de 30 años, y casi el 40% supera los 40 años.
El rendimiento y la fiabilidad disminuyen a medida que envejecen las centrales, lo que repercute en los ingresos y la seguridad de las operaciones. Según el informe, las necesidades de capital para mejoras y mantenimiento son marginales en comparación con los proyectos de nueva construcción, y no modernizar adecuadamente las centrales se traduce en facturas de electricidad más elevadas para los consumidores.
Según el informe, el Departamento de Energía de EE.UU. calcula que la modernización de los emplazamientos mediante retroadaptaciones puede aumentar la generación de electricidad en las centrales entre un 8% y un 10% o más.
La Ley de Reducción de la Inflación de EE.UU., firmada el año pasado, incluye importantes incentivos para modernizar las centrales hidroeléctricas, añade. Las desgravaciones fiscales aportarán seguridad a la inversión tanto en las mejoras como en las nuevas instalaciones.
El grupo hidroeléctrico también destacó el potencial de colocación de energía solar flotante en centrales eléctricas. Estas instalaciones añadirían capacidad renovable y reducirían la evaporación del agua de los embalses, lo que resulta especialmente útil en zonas expuestas a sequías, según la IHA.
En la actualidad, la energía solar flotante no está muy extendida en los embalses hidroeléctricos. Según el informe, hay 1,3 GW desplegados o en construcción en Asia-Pacífico, 600 MW en África, 26 MW en Europa y 381,8 MW en América Latina.
A medida que se han puesto en marcha los primeros proyectos, han ido apareciendo riesgos que pueden retrasar su despliegue en el futuro. La energía solar flotante se despliega principalmente en estanques y lagos poco profundos, en lugar de en grandes embalses profundos, donde puede estar expuesta a fuertes vientos y olas.
La mayor variación del nivel del agua en los embalses exige también un diseño más específico de los cables de amarre, lo que encarece el coste de los proyectos, según el informe.