La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció el pasado mes de julio la estrategia que definirá la política energética y económica de la Unión Europea durante los próximos cinco años. Este plan busca consolidar el crecimiento económico, reforzar el Mercado Único y mantener a Europa en la delantera en términos de sostenibilidad y tecnología.
Este martes, durante su discurso de inauguración de la nueva fábrica de chips de ESMC en Dresde, von der Leyen destacó la importancia del «Acuerdo Industrial Limpio», una iniciativa que pretende descarbonizar la industria europea y reducir los costos energéticos. La presidenta enfatizó la urgencia de adoptar este acuerdo dentro de los primeros 100 días de su mandato, como parte de un esfuerzo mayor para alcanzar una reducción del 90% en las emisiones de carbono para 2040. Este objetivo será integrado en la próxima Ley Europea del Clima.
Descarbonización industrial
Además, la Comisión Europea propondrá una «Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial» para apoyar a las empresas en su adaptación a las nuevas normativas ambientales. Este marco legislativo también ampliará el mecanismo de demanda agregada, incluyendo ahora el hidrógeno y materias primas críticas, esenciales para el desarrollo de tecnologías limpias.
Von der Leyen subrayó la necesidad de invertir en investigación e innovación, señalando que estos serán motores clave para el crecimiento económico y la competitividad de Europa. Asimismo, reconoció la creciente brecha de habilidades en el mercado laboral, y anunció inversiones masivas para asegurar que Europa disponga de la mano de obra cualificada necesaria para liderar en sectores estratégicos.
Financiación
En cuanto al financiamiento, la presidenta mencionó que los Fondos Next Generation están llegando a su fin. Como respuesta, se creará el «Fondo Europeo de Competitividad», que jugará un papel crucial en el próximo marco financiero plurianual. Este fondo se centrará en inversiones en tecnologías estratégicas, asegurando que Europa no solo desarrolle, sino que también fabrique estas tecnologías en su territorio.
Finalmente, el Fondo Europeo de Competitividad también apoyará Proyectos Importantes de Interés Común (IPCEI), con la intención de replicar y ampliar el éxito obtenido en sectores como las baterías, el hidrógeno y la microelectrónica.
Con este plan, la Comisión Europea se prepara para enfrentar los desafíos energéticos y económicos de los próximos años, reafirmando su compromiso con una transición verde y competitiva.