Durante un evento organizado por el Madrid Foro Empresarial, se presentó el informe ‘Combustibles renovables: una vía eficaz para la descarbonización del transporte’. Fue elaborado por NTT Data para la Plataforma para los Combustibles Renovables. El informe destaca la capacidad de los combustibles renovables para reducir rápidamente las emisiones de CO2.

España dispone de una gran cantidad de residuos aprovechables para la producción de combustibles renovables. Esto no solo favorece la economía circular, sino que también impulsa el desarrollo económico del sector rural. El informe concluye que los combustibles renovables representan una oportunidad significativa para acelerar la transición energética actual en el transporte en España. Estos combustibles benefician tanto a los consumidores como a diversos sectores económicos.

La transición energética según el informe

El informe señala que cada 1% adicional de combustibles renovables en carburantes convencionales equivale a introducir 425.000 coches eléctricos en las carreteras. Además, el uso de combustibles renovables en vehículos diésel existentes puede ser más económico para los usuarios, con una reducción de costes de hasta un 38% en comparación con la compra de vehículos eléctricos nuevos.

España ha puesto su mirada en los combustibles renovables como una solución viable y efectiva para reducir las emisiones de GEI y avanzar hacia una economía más sostenible. El informe detalla las características, potencial de producción y beneficios ambientales y económicos de estos combustibles, subrayando la importancia de una transición energética actual justa y sostenible.

“Los combustibles renovables son líquidos de baja o neutra huella de carbono obtenidos de materias primas alternativas a las fósiles. Presentan características similares a su contraparte fósil en cuanto a composición química y contenido energético, permitiendo reemplazar total o parcialmente los combustibles fósiles”, explica el informe.

La importancia de los biocombustibles

Estos combustibles se dividen en biocombustibles y combustibles renovables de origen no biológico (Cronb). Los biocombustibles se producen a partir de biomasa, incluyendo cultivos y residuos orgánicos. Por otro lado, los Cronb se generan a partir de hidrógeno renovable y CO2 capturado.

El informe estima el potencial de producción máximo de biocombustibles en España, considerando la evolución de las tecnologías de conversión. “La valorización de la biomasa debe tener en cuenta su composición variable y las diversas rutas de producción de biocarburantes, lo que resulta en diferentes contenidos energéticos y conversiones”, indica el documento.

Para los biocombustibles producidos a partir de cultivos alimentarios y forrajeros en 2030, se debe considerar el límite fijado en la normativa española. El cual se restringe su consumo a un 2,6% de la energía final del transporte a partir de 2025, y el techo máximo previsto en la regulación comunitaria, que podría elevar dicho límite hasta el 5,1%. Bajo estas condiciones, se podrían producir entre 0,6 y 1,2 Mtep de biocombustibles, de los cuales hasta 10,8 Mtep provendrían de residuos y el resto de cultivos sostenibles.

Para los combustibles renovables de origen no biológico, en 2030 no habrá limitaciones en el uso de CO2 industrial. Su disponibilidad dependerá de los proyectos de captura y uso de carbono en el sector industrial. Considerando solo el CO2 biogénico capturable en 2030, se podrían producir entre 1,2 y 1,4 Mtep de combustibles renovables de esta tipología. Este informe subraya la importancia de los combustibles renovables en la transición energética actual y su papel en la descarbonización del transporte en España.

Tags: