Imagen representacional. Crédito: Canva

Las baterías de iones de sodio (NIB) están surgiendo como una alternativa prometedora a las baterías tradicionales de iones de litio y se espera que desempeñen un papel importante en la aceleración de la transición energética global, según un informe tecnológico reciente de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA). A diferencia del litio y el cobalto, cuyo suministro es limitado y están geográficamente concentrados, el sodio es abundante y de bajo costo, lo que facilita su obtención y reduce potencialmente los costos de producción. Esta mejor disponibilidad de materiales podría conducir a una cadena de suministro más resiliente y estable, reduciendo los riesgos geopolíticos asociados con la producción de baterías. La rentabilidad y la seguridad del suministro hacen que los NIB sean especialmente atractivos para aplicaciones donde la asequibilidad es crucial.

Las NIB funcionan según principios similares a las baterías de iones de litio, donde los iones se mueven entre un cátodo y un ánodo a través de un electrolito durante los ciclos de carga y descarga. Sin embargo, los iones de sodio son más grandes que los iones de litio, lo que presenta desafíos técnicos. Estos desafíos requieren diferentes materiales de electrodos y diseños de celdas para optimizar el rendimiento. Los investigadores se están centrando en mejorar la densidad de energía, el ciclo de vida y la velocidad de carga para que los NIB sean más eficientes. Una ventaja de la tecnología NIB es que gran parte de la infraestructura de fabricación de baterías de iones de litio existente se puede utilizar para producir celdas de iones de sodio, lo que permite una ampliación y una adopción en el mercado más rápidas.

La seguridad es un beneficio importante de los NIB. Por lo general, tienen una estabilidad térmica superior en comparación con muchas sustancias químicas de iones de litio, lo que reduce el riesgo de sobrecalentamiento o fuga térmica. Los NIB también se pueden descargar profundamente hasta cero voltios sin representar riesgos importantes, lo que simplifica el almacenamiento y el transporte. Esta combinación de seguridad y facilidad logística los hace muy adecuada para sistemas estacionarios de almacenamiento de energía a gran escala, que son fundamentales para integrar fuentes de energía renovables como la solar y la eólica en la red.

Los NIB ya se están aplicando en varias áreas. Su asequibilidad, seguridad y rendimiento confiable los hacen ideales para el almacenamiento de energía a escala de red, lo que ayuda a gestionar la intermitencia de la energía renovable. También están entrando en el mercado de los vehículos eléctricos, especialmente para vehículos de dos ruedas compactas o de baja velocidad y coches más pequeños, donde no es imprescindible una densidad energética muy alta. Además, los NIB se utilizan en sistemas residenciales de almacenamiento de energía y soluciones de energía de respaldo, lo que demuestra su versatilidad y su creciente importancia para respaldar un futuro energético sostenible.

De cara al futuro, se espera que el mercado de baterías de iones de sodio crezca rápidamente. Es probable que las mejoras continuas en los materiales y la expansión de las capacidades de fabricación hagan que los NIB sean cada vez más competitivos con las celdas de iones de litio de nivel básico y medio. A medida que la demanda mundial de soluciones de almacenamiento de energía continúa aumentando, impulsada por la descarbonización y los objetivos de energía renovable, se espera que los NIB desempeñen un papel complementario junto con las baterías de iones de litio. Ofrecen opciones diversas, seguras y rentables para el almacenamiento de energía, lo que respalda una transición confiable hacia fuentes de energía más limpias en todo el mundo.

El análisis de IRENA destaca que las baterías de iones de sodio podrían convertirse en una tecnología clave para lograr los objetivos de energía sostenible para 2030. Con su combinación de materiales de bajo costo, seguridad y adaptabilidad a los sistemas de producción existentes, los NIB tienen el potencial de ampliar el acceso a soluciones de almacenamiento de energía en todas las industrias y regiones. Su creciente uso en almacenamiento en red, movilidad eléctrica y energía de respaldo residencial subraya su importancia estratégica en el cambio global hacia la energía renovable y un futuro con bajas emisiones de carbono.

Esta tecnología representa un paso adelante en la creación de un panorama de almacenamiento de energía que sea seguro y económicamente viable, ofreciendo una alternativa a los sistemas tradicionales de iones de litio y al mismo tiempo respaldando la ampliación de soluciones de energía limpia en todo el mundo.


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