El objetivo principal del invernadero de tres hectáreas es proteger los cultivos de trigo, así como de alfalfa y cebada, contra condiciones climáticas adversas, específicamente fluctuaciones extremas de temperatura, sequías prolongadas y fuertes lluvias o tormentas de granizo.
TSE, un proveedor de energía solar, ha inaugurado recientemente una nueva planta de energía solar fotovoltaica en Verdonnet, en el departamento de Côte d’Or, Francia. La iniciativa fue impulsada por SCEA des Tours, una granja formada por cuatro socios que tenían como objetivo innovar y adaptar su profesión a los nuevos desafíos medioambientales y climáticos. Estos desafíos incluyen importantes fluctuaciones de temperatura, períodos prolongados sin agua y episodios frecuentes de fuertes lluvias o granizos.

El invernadero agrovoltaico, desarrollado por TSE en colaboración con el grupo cooperativo Dijon Céréales, tiene una capacidad de energía de 2,4 MWp y cubre una superficie de tres hectáreas de grandes cultivos orgánicos. Según la evaluación de los socios, los primeros resultados de la primera campaña de plantación de cultivos indican un crecimiento del 14% en el rendimiento del trigo para la producción orgánica de las variedades Rubisco y Energo, en comparación con la parcela de control adyacente a la planta agrovoltaica. La sección de investigación y desarrollo de la Alianza BFC, en colaboración con la empresa TSE y los agricultores, continuará realizando ensayos de cultivos y garantizando el seguimiento agronómico. En total, se cultivarán siete cultivos distintos en las parcelas en las que se está realizando el experimento.

TSE también ha anunciado que este prototipo se utilizará en otras actividades agrícolas de la región de Borgoña-Franco Condado. Además de esta inauguración, Dijon Céréales, miembro de la Alianza BFC, también ha firmado una colaboración a largo plazo con TSE. «El acuerdo es ambicioso y pretende desplegar 700 MW en un plazo de siete años», ha declarado Mathieu Debonnet, presidente del TSE.

En el panorama dinámico de la agricultura y la producción de alimentos, la resiliencia no es solo una palabra de moda: es esencial para la supervivencia y el éxito. Las empresas de todo el mundo enfrentan muchos desafíos, desde condiciones de mercado fluctuantes hasta patrones climáticos impredecibles. En Clarke Energy, podemos ofrecer soluciones de vanguardia: microrredes que no solo respalden la gestión ambiental, sino que también brinden beneficios tangibles para sus resultados. Exploremos cómo la integración de la gestión intermitente energía renovable y Combinaciones de calor y potencia Los sistemas de cogeneración (CHP) pueden aumentar la resiliencia y la rentabilidad en el agrícola y la industria alimentaria, y cómo la tecnología de captura de carbono puede mejorar aún más estos beneficios.

Diversificación de fuentes de energía.

A medida que el mundo avanza hacia el cero neto, la confiabilidad energética es un tema importante. Para lograrlo, las empresas deben buscar resiliencia a través de la diversidad. Las microrredes pueden ofrecer precisamente eso al aprovechar una combinación de fuentes de energía renovables, es decir, solar y eólica, e integrarlas con tecnología de cogeneración y almacenamiento de energía.

La cogeneración implica la producción simultánea de electricidad y calor o refrigeración, lo que ofrece una solución integral para las necesidades energéticas y maximiza la eficiencia. Al diversificar las fuentes de energía, las empresas pueden garantizar la continuidad de la producción de cultivos o las operaciones de las fábricas. Esta resiliencia no solo mitiga el riesgo, sino que también protege contra la incertidumbre y aumenta la rentabilidad en una industria en constante cambio.

Mejorando con la captura de carbono

La eficiencia no consiste únicamente en reducir costos, sino también en maximizar el rendimiento de la inversión y minimizar el impacto ambiental. Las microrredes ofrecen una vía para lograr una mayor eficiencia al optimizar el uso de los recursos y reducir los desechos. Tecnología de captura de carbono La cogeneración puede mejorar aún más esta eficiencia capturando las emisiones de dióxido de carbono producidas durante el proceso de cogeneración. Con la cogeneración y la captura de carbono, las empresas pueden capturar las emisiones de dióxido de carbono y reutilizarlas para mejorar el crecimiento de los cultivos o los procesos industriales. Este enfoque de circuito cerrado no solo genera ahorros de costos, sino que también fomenta la sostenibilidad, alineándose con las preferencias de los consumidores por prácticas ecológicas.

Adoptar la innovación para lograr operaciones fluidas

Para ser pioneras en su campo, las empresas deben aprovechar cualquier oportunidad para dar ejemplo e impulsar la innovación. Las microrredes híbridas con cogeneración y captura de carbono representan un salto hacia el futuro y ofrecen un modelo para soluciones energéticas sostenibles en la agricultura y la producción de alimentos. Al adoptar esta innovación, las empresas pueden mejorar sus operaciones, reducir la dependencia de fuentes de energía externas y preparar sus operaciones para el futuro frente a las cambiantes regulaciones ambientales y las demandas del mercado.

Cosecha lo que siembra

En el terreno fértil de la innovación, las semillas de la sostenibilidad echan raíces y florecen en una cosecha de resiliencia y prosperidad. Las microrredes híbridas con cogeneración y captura de carbono ofrecen un puente hacia este futuro, proporcionando una solución energética sólida y sostenible para las industrias agrícolas y alimentarias. Al adoptar fuentes de energía diversificadas y aprovechar el poder de las energías renovables y la cogeneración con captura de carbono, las empresas pueden cultivar la resiliencia, impulsar la eficiencia y cosechar los frutos de un futuro más verde.