E.ON informó un desempeño comercial sólido y continuo en los primeros nueve meses de 2025, logrando un crecimiento tanto en el EBITDA ajustado del Grupo como en los ingresos netos ajustados del Grupo. El rendimiento de la empresa se vio respaldado por una solidez operativa constante y por inversiones específicas que impulsaron la transición energética de Europa. El EBITDA ajustado del Grupo aumentó un 10 por ciento hasta los 7.400 millones de euros, mientras que los ingresos netos ajustados del Grupo crecieron un 4 por ciento hasta los 2.300 millones de euros. E.ON reafirmó sus previsiones para todo el año, esperando un EBITDA ajustado del Grupo de entre 9.600 y 9.800 millones de euros y un beneficio neto de 2.850-3.050 millones de euros.
Nadia Jakobi, directora financiera de E.ON, afirmó: «Nuestra estrategia de invertir masivamente para modernizar y digitalizar la infraestructura energética está dando sus frutos. Seguimos creciendo y nuestro papel como protagonistas de la transición energética nos permite hacer una contribución decisiva a la transformación sostenible del sistema energético de Europa. Nuestros resultados de nueve meses confirman que estamos en camino de alcanzar nuestros ambiciosos objetivos para todo el año».
Energy Networks logró un fuerte aumento del 18 por ciento en el EBITDA ajustado hasta los 5.600 millones de euros, impulsado por mayores inversiones en expansión, modernización y digitalización de la red. Este desempeño refleja el compromiso de E.ON de construir redes energéticas sostenibles y preparadas para el futuro en toda Europa. Mientras tanto, Energy Retail registró una disminución del 18 por ciento en el EBITDA ajustado a 1.400 millones de euros, debido principalmente a cambios de cartera en el Reino Unido y efectos temporales en Alemania, parcialmente compensados por condiciones climáticas favorables.
El EBITDA ajustado en Soluciones de Infraestructura Energética aumentó un 15 por ciento a aproximadamente 400 millones de euros, respaldado por la puesta en marcha de nuevos proyectos, una mejor disponibilidad de activos y la implementación continua de medidores inteligentes. E.ON invirtió 5.100 millones de euros en sus negocios durante el período, un aumento interanual del 8 por ciento, con 4.100 millones de euros destinados a sus operaciones de red. Estas inversiones subrayan el enfoque continuo de E.ON en construir un sistema energético más inteligente, más resiliente y con bajas emisiones de carbono en toda Europa.
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